lunes, 19 de mayo de 2014

Richmond Bridge

Es un puente de arcos construido en piedra considerado como el primero de los Monumentos clasificados del siglo XVIII situados en el suroeste de Londres (Inglaterra), que cruza el Río Támesis a su paso por Richmond y comunica en la actualidad las dos mitades del municipio de Richmond upon Thames. El puente fue construido entre los años 1774 y 1777 siguiendo los proyectos redactados por los arquitectos James Paine y Kenton Couse. El objetivo de la construcción del puente fue sustituir a un transbordador que comunicaba el centro de Richmond en la orilla del este con su distrito adyacente de East Twickenham (Santa Margarita) con el oeste. La construcción fue privada y se financió mediante una tontina con la que se cobraron aranceles hasta el año 1859. Richmond Bridge fue ensanchado y ligeramente aplanado entre los años 1937-1940, por lo que respecta a lo demás, el puente aún se ajusta a su diseño original. El octavo puente sobre el Támesis construido en lo que ahora es Gran Londres es actualmente el puente más viejo de todos los supervivientes sobre el Támesis situados en Londres. El puente se diseñó como un puente de arco de piedra de 95 m de largo y 7,54 m de ancho,sujeto por cinco arcos elípticos de distintas alturas. La anchura (18m) del tramo central se diseñó para permitir que pasara el embarque, proporcionándole un aspecto distintivo y encorvado. Se construyó en piedra de Pórtland13 y estaba situado entre Ferry Hill (Bridge Street hoy en día) y la carretera de Richmond, en la parte de Surrey y Middlesex respectivamente. En la parte de Middlesex, se necesitó la construcción de curvas cerradas en las carreteras de acceso (todavía existente hoy día) para esquivar las tierras de la duquesa de Newcastle, en Twickenham Park. En cada extremo se construyeron casas de peaje de estilo palladiano. Su construcción fue objeto de subasta y, en 16 de mayo del 1774, a Thomas Kerr se le adjudicó el contrato para construir el puente por la cantidad de 10.900£ (1,3 millones de euros). Junto a los costes adicionales, como la compensación a los propietarios de las tierras o la construcción de nuevas carreteras, el gasto total fue de aproximadamente 26.000£ (unos 3,02 millones de €). La Construcción comenzó el 23 de agosto de 1774. El puente se abrió a los peatones en septiembre de 1776 y al tráfico en enero de 1777, momento en el que el servicio del transbordador se cerró, aunque el trabajo en el puente no se completó hasta diciembre de 1777. No hubo ceremonia de apertura oficial y se registró poca respuesta pública. Sin embargo, pronto se convirtió en un puente muy admirado por su diseño y resultó un éxito comercial, generando 1.300 libras anuales en peajes (aproximadamente 87.2083 euros desde 2010) en 1810. En torno a 1822, la compañía había acumulado un superávit suficiente para que todos los peajes de vehículos se redujeran a un penique. A principios del siglo XX, el puente resultó insuficiente debido al crecimiento del tráfico, especialmente con la introducción del transporte motorizado, y el límite de velocidad establecido se impuso a 16 km por hora. El dinero de las ganancias obtenidas de los peajes no fue suficiente para pagar la principal reconstrucción, el 31 de marzo de 1931 el puente se convirtió en copropiedad pública de los ayuntamientos de Surrey y Middlesex, y se hicieron propuestas para ampliarlo. Se plantearon propuestas para ensanchar el puente, muchas de las cuales fueron rechazadas por motivos estéticos, así que se tomó la decisión de construir un nuevo puente a una corta distancia río abajo para aliviar el tráfico. El nuevo Twickenham Bridge se inauguró en 1933, pero el Richmond Bridge todavía tenía dificultades para absorber el gran volumen de tráfico, así que en 1933, Sir Harley Dalryple-Hay propuso posibles métodos para ensanchar el puente sin apenas afectar su estética. La propuesta más barata de Dalryple-Hay, transformar las aceras en ménsulas de los lados del puente para así dejar más espacio a los vehículos, fue rechazada por motivos de estética, y otra propuesta que pretendía ensanchar ambos lados del puente no obtuvo el apoyo por ser poco práctica. Finalmente, se aceptó la opción de ensanchar el lado de aguas arriba del puente, para causar el menor daño posible a los edificios cercanos. En 1934, se decidió ensanchar el puente entre 3 y 4 metros, con un coste de 73.000 libras de la época (aproximadamente 4,60 millones de euros en fecha 2011).
Se eligió a la Cleveland bridge and Engineering company de Darlington (General Manager Andy Hall) para llevar a cabo el remodelamiento. En 1937, todas las piedras del lado oeste se quitaron y se numeraron y se ensanchó el puente. Tres años más tarde, en 1940, las piedras que daban al lado oeste se volvieron a poner y el puente se reabrió al tráfico. Durante la remodelación, se mantuvo siempre abierto un único carril para el tráfico. Los obreros vieron cómo los cimientos del siglo XVIII, que consistían en plataformas de madera sumergidas en el lecho del río, se habían podrido, y las reforzaron con pilotes de acero y bloques de cemento. También aprovecharon para bajar ligeramente la superficie de la carretera en el centro del puente y elevar las rampas de acceso, reduciendo así la silueta curvada de la sección central.

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